LA SABROSA FRESA Y SUS BENEFICIOS PARA LA SALUD

 

LA FRESA Y LOS BENEFICIOS QUE APORTAN A LA SALUD

 

 

 

Cuando hablamos de frutos rojos, el primer representante que nos viene a la mente son las fresas.  De ligera acidez y color rojizo, la fresa es una fruta típica para la elaboración de zumos, helados, dulces o consumo fresco, así como ensaladas y postres bien potenciados. Además de ser sabrosa, los beneficios de la fresa también se extienden a combatir la hipertensión arterial, el envejecimiento cutáneo e incluso algunos tipos de cáncer. La fresa es una fruta baja en calorías, agradable al paladar ya que es dulce, a pesar de su acidez. Por esta razón, atrae a personas de todas las edades, desde niños hasta ancianos. En 100 gramos de fresa, unas nueve unidades de la fruta, hay unas 30 kcal. La gran ventaja de consumir fresas para el organismo es la riqueza de vitaminas y minerales, especialmente vitamina C, que tiene acción antioxidante. Además del manganeso, que absorbe el calcio del organismo. La fruta también tiene vitamina B6, hierro, potasio, zinc, entre otras sustancias beneficiosas para el organismo. También es una gran fuente de fitoquímicos como el ácido elágico, las antocianinas, la quercetina y la catequina, que son compuestos antioxidantes que mejoran la resistencia del organismo a las infecciones y la prevención del cáncer. Consumir fresa es como combinar lo útil con lo agradable. Es decir, comer sano con una fruta muy amigable y también cuidar tu salud.

 


LOS PRINCIPALES BENEFICIOS DE LA FRESA.

 

La fresa es una fruta de la familia de las rosáceas , originaria de Europa y regiones de clima frío. Existen alrededor de doce especies de fresas, con calibres y acidez bastante variados. Las manchas negras o amarillentas que se encuentran en el exterior de la fruta son en realidad las semillas. De hecho, son los verdaderos frutos del madroño, llamados aquenios. El resto de la fruta, la pulpa, es el receptáculo de la flor. Curioso, ¿no? También son sorprendentes los beneficios de la fresa para la salud. Lea los principales a continuación.

 

·      Ayuda a adelgazar y combatir la obesidad:  las sustancias que se encuentran en las fresas, especialmente proteínas, fibras y grasas buenas, provocan saciedad al consumirlas. Es decir, al ser un alimento bajo en calorías, comer fresas inhibe el hambre, lo que ayuda en el proceso de adelgazamiento y en la lucha contra la obesidad.

 

·      Contribuye a la capacidad mental:  aquí tenemos la acción del zinc presente en las fresas. Este elemento fortalece las habilidades de pensamiento en el cerebro. Además, contamos con la acción de la vitamina C en el estado de alerta mental y la vitamina B que contribuye a la prevención de enfermedades degenerativas en la región, como la enfermedad de Alzheimer.

 

·      Bueno para el corazón: la fresa también es un fuerte aliado para prevenir enfermedades cardiovasculares. Debido a la rica presencia de fibras, la fruta actúa para combatir la hipertensión arterial y, con ello, también la aparición de ictus.

 

·      Los ojos están agradecidos: solo para que os hagáis una idea, el color rojo de las fresas es provocado por una sustancia llamada zeaxantina, que también está presente en el ojo humano. Así, al comer fresa, este elemento contribuye a proteger los ojos de la luz solar y los rayos ultravioleta. Esto evita la aparición de cataratas, por ejemplo.

 

·       Disminuye la inflamación y aumenta la inmunidad:  los flavonoides que se encuentran en las bayas, así como en las fresas, son antiinflamatorios naturales. Los pacientes con artritis en la rodilla, por ejemplo, pueden aliviar el dolor con el consumo regular de la fruta. Por otro lado, las vitaminas de fresa también mejoran la inmunidad del cuerpo, en la cicatrización de heridas y la absorción de hierro de otros alimentos.

 

·      Prevención del cáncer:  este es uno de los beneficios de la fresa que aún se está estudiando, pero es muy prometedor. En este caso, nuevamente, entran en acción los flavonoides, que tienen una acción antioxidante en la lucha contra los radicales libres. Con eso, la fresa controla el metabolismo de las enzimas cancerígenas. Algunos estudios ya demuestran que los extractos de fresa pueden efectivamente reducir el crecimiento de células cancerosas, especialmente las relacionadas con el intestino.

 

·       Retrasa el envejecimiento prematuro:  el efecto antioxidante de la fruta también ayuda en la cuestión estética, retrasando el envejecimiento cutáneo y la aparición de arrugas. Aquí también hay un aporte de vitamina C y ácido elágico. La vitamina C también ayuda a evitar que el cuerpo se sienta flácido.

 

¿CÓMO PUEDE SER BUENA LA FRESA DURANTE EL EMBARAZO?

 

La fresa es uno de los frutos rojos más queridos por las embarazadas. Esto se debe a que, en esta etapa, las mujeres embarazadas necesitan tener una dieta equilibrada y saludable, especialmente con la inclusión de frutas en el menú. Es decir, con presencia de vitaminas y nutrientes para el desarrollo del bebé y la salud de la madre. Por ello, la fresa es una de las más buscadas. Como ya se mencionó, la fruta es rica en fibra y vitamina C, entre otras sustancias importantes para las embarazadas, como el ácido fólico. El consumo regular de fresas también ayuda al sistema inmunológico de las mujeres embarazadas. Lo recomendado es el consumo de dos frutas al día, siempre teniendo cuidado con la diabetes gestacional. Por este motivo, es importante hacer un seguimiento de un profesional en el campo de la nutrición en esta etapa. También es importante tener cuidado con las posibles alergias a las frutas, que pueden afectar al niño. Además, siempre lave bien la fruta antes de consumirla para evitar la ingestión de bacterias.

 

 

CUAL ES LA MEJOR FORMA DE CONSUMIR FRESAS

 

Como ocurre con cualquier otra fruta, hay que tener cuidado para no perder las propiedades de los nutrientes durante su consumo. Esto quiere decir que se recomienda conservar la fresa en el frigorífico hasta el momento de la ingestión. Lavar la fruta solo antes de consumirla, no se recomienda limpiarla antes de almacenarla, para evitar la proliferación de microorganismos. Prefiera también el consumo de fruta entera e in natura, sin cocción ni preparaciones sofisticadas, para no perjudicar las propiedades saludables y el efecto antioxidante. Es decir, cuantos menos cortes, mejor. Se recomienda consumir dos tazas de fresa al día, unas nueve unidades de la fruta. Una práctica muy común también es congelar la fresa para hacer jugo y conservar la fruta. Sin embargo, tenga en cuenta que en este proceso hay una pérdida de flavonoides.

 

¿LA FRESA TIENE MUCHOS PESTICIDAS?

 

Las fresas son un poco diferentes de las manzanas y las naranjas, por ejemplo, ya que no tienen piel. En otras palabras, no es necesario pelar la fresa para consumirla. Así, la mayoría de los plaguicidas depositados durante el crecimiento de la fruta son ingeridos por el ser humano. Y, para que os hagáis una idea, las fresas son una de las frutas que más absorben pesticidas.  En este caso, la mejor salida al problema es siempre priorizar el consumo de la fruta en su forma orgánica, que está libre de sustancias nocivas, a pesar de ser más cara. Otra alternativa es preferir el consumo de la fruta durante el período de cosecha (agosto, septiembre y octubre).

 

¿CUÁLES SON LAS CONTRAINDICACIONES PARA CONSUMIR FRESAS?

 

 

Aquellos con intolerancia a la aspirina deben evitar comer fresas, debido al alto contenido de salicilato natural. Esta sustancia puede causar alergia a una parte de la población. Por tanto, en los bebés, la fresa solo debe presentarse a partir de los dos años, siempre bajo supervisión. El ácido oxálico presente en las fresas también puede causar cálculos renales y vesicales en personas predispuestas a este tipo de enfermedades. La fruta también puede reducir la absorción de hierro y calcio del cuerpo.

 

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