CÓMO CONTROLAR EL HAMBRE EXCESIVA


¿POR QUÉ SIEMPRE TENGO HAMBRE? FORMAS DE HAMBRE, RAZONES Y CÓMO CONTROLAR EL HAMBRE EXCESIVA

 

“¿Por qué siempre tengo hambre?” Tener hambre es una buena señal: es un instinto humano natural. Si el metabolismo funciona normalmente, el hambre se manifiesta a intervalos regulares a lo largo del día. Tener hambre todo el tiempo, incluso inmediatamente después de una comida, por otro lado, indica que hay algo mal con su ingesta nutricional o bienestar psicosocial. ¡Y eso puede ser realmente molesto! En esta publicación, analizamos los síntomas, las causas y las soluciones para el hambre constante.

 

RECUERDA: EL HAMBRE ES UNA BUENA SEÑAL

 

En un mundo que valora la delgadez, la 'alimentación saludable' y el ejercicio, es fácil pensar que comer más de tres comidas -mejor si son instagrameables y quizás un snack al día equivale a comer en exceso.

 

Los influencers inundan las redes sociales con publicaciones de "lo que como en un día", promoviendo comparaciones injustas de alimentos e ingesta de alimentos. Escuchamos que hay "comida buena" y "comida mala", por lo que creamos un sentido de moralidad que termina, aunque sea inconscientemente, afectando nuestras elecciones alimentarias. Bueno, aclaremos: comida es comida. Los adjetivos bueno y malo no caracterizan a los alimentos, porque: para funcionar, tu cuerpo necesita los nutrientes que se encuentran en los alimentos.

 

Cada cuerpo es único y también deberían serlo tus hábitos alimenticios: lo que alguien come no debe dictar lo que tú comes.

 

más inteligente que social

 

Sea inteligente: no confíe al 100% en las redes sociales para entender acerca de los alimentos. Aprender a escuchar las sugerencias del propio cuerpo y, por lo tanto, tomar decisiones inteligentes sobre los alimentos es más eficiente y saludable.

 

MIEDOS Y CREENCIAS POPULARES

 

Antes de hablar sobre cómo controlar el exceso de comida, debemos aclarar que algunos temores comunes sobre “comer demasiado” se basan en creencias populares y pueden ser irracionales. Vamos allá:

 

  • Comer más de lo que creemos que es físicamente necesario de vez en cuando no diagnostica a un paciente con trastorno por atracón.
  • Comer en exceso por practicidad en ocasiones ocasionales no es necesariamente un mal hábito. Ejemplo: fiestas o cuando comemos, aunque no tengamos hambre porque la próxima oportunidad de comer será mucho más tarde.
  • Comer porciones más grandes de lo que se considera suficiente (o socialmente aceptable) no está mal y no debe ser motivo de vergüenza, especialmente cuando sentimos que necesitamos esa cantidad.
  • No hay comida buena o mala. Cada alimento tiene una composición nutricional única que puede ayudar a cubrir las necesidades del organismo. 
  • Comer no es una cuestión moral: es una necesidad física.
  • Seguir dietas restrictivas no es una demostración de fuerza: una persona no es “más fuerte” que otra por mantener una dieta estricta. Esto incluso puede ser contraproducente y conducir a una mala educación alimentaria porque ignoramos los signos naturales de hambre/necesidad nutritiva del propio cuerpo. 
  • Cada persona tiene un código genético único, nivel de condición física, tipo de cuerpo, percepciones y deseos. No existe una razón científica por la que una persona deba comer la misma cantidad de alimentos o comer de la misma manera que otra persona.
  • Nuestros cuerpos y mentes cambian cada hora, día a día, mensualmente y anualmente. Lo mismo debería ocurrir con nuestra alimentación, para estar al día con las necesidades del cuerpo y la mente. Así que ser flexible con la comida es ser honesto y consecuente contigo mismo.

 

Ahora hablemos ahora de lo que realmente significa tener hambre.

 

¿QUÉ ES EL HAMBRE? EXPLICACIÓN NEUROBIOLÓGICA

 

La grelina es la “hormona del hambre”. Producido por el estómago y el intestino para señalar que el cuerpo necesita nutrientes. Los nutrientes son los componentes de los alimentos que ayudan al funcionamiento del organismo, se clasifican en tres macronutrientes y varios micronutrientes. Cuando el cuerpo recibe los nutrientes que necesita, libera leptina: la hormona que señala la saciedad. Tanto la grelina como la leptina existen en el cuerpo durante las comidas y cuando no se come, pero en diferentes cantidades. Las personas que comen con regularidad tienen fluctuaciones naturales en la grelina y la leptina, lo que significa que sienten hambre y saciedad con mayor frecuencia.

 

FORMAS DE HAMBRE: HAMBRE FISIOLÓGICA, HAMBRE SOCIAL Y HAMBRE ESPECÍFICA

 

El hambre se presenta de muchas formas y, por lo tanto, es importante observar qué comemos, cuánto comemos y con qué frecuencia comemos. Comprender los tipos de hambre que sentimos es esencial para mejorar los hábitos alimenticios, especialmente aquellos que tienen demasiada hambre.

 

  • Hambre fisiológica: hambre debida a la necesidad real de nutrientes. El vientre comienza a "gruñir", aumenta la sensación de estómago vacío. Si el hambre no se satisface pronto, comienzan a aparecer otros síntomas como dolor de cabeza, dificultad para concentrarse, debilidad y agotamiento. 
  • Hambre social: anhelo de alimentos relacionado con contextos sociales, como una reunión social después del trabajo, una fiesta de cumpleaños, palomitas en el cine, comedor social en días fríos, etc.
  • Hambre específica: deseo de comer algo específico. Este es un aspecto emocional relacionado con el hambre fisiológica. Ejemplos: comer papas fritas porque quieres masticar algo crujiente, o helado porque quieres algo frío). El deseo de masticar algo es un patrón humano natural. Masticar caña de azúcar es, por ejemplo, una forma de satisfacer este deseo en algunas culturas, al igual que masticar chicle.

 

13 CAUSAS DEL HAMBRE EXCESIVA Y CÓMO CONTROLARLA

 

Ahora que sabes qué es el hambre y cuáles son los tipos de hambre más comunes, aquí tienes 13 razones que pueden justificar el exceso de hambre y qué hacer para controlarla.

 

1. NECESITAS AGUA

Causa:  El hipotálamo (parte del diencéfalo y el centro de control más importante del sistema nervioso autónomo) regula tanto el hambre como la sed. Mucha gente piensa que podemos confundir la sed con el hambre porque ambas están controladas por el hipotálamo. Sin embargo, esto es solo una creencia científicamente no probada. Un estudio en animales mostró poca evidencia y ningún estudio concluyó que tal fenómeno existe en humanos. Sin embargo, tener sed puede hacer que las personas deseen menos ciertos tipos de alimentos (como los alimentos secos) y, además, tener sed afecta el rendimiento físico y cognitivo, lo que genera antojos de nutrientes que compensan la fatiga. 

Cómo controlar: beber suficiente agua durante el día. Beber un vaso de agua antes de una comida, o beber agua cuando se trata de no comer bocadillos, es probable que aumente el hambre. No se dé la oportunidad de dudar de las señales de hambre, o incluso trate de engañar al hambre y mantenerse hidratado.

Coma refrigerios y comidas con alto contenido de agua, como frutas y verduras, y con proteínas y granos. Por ejemplo, este cremoso pudín de chía con mango y leche de coco  es delicioso e hidratante.

 

2. CAES EN LA TENTACIÓN DE LAS REDES SOCIALES

Causa: La comida también es una obsesión social y está bien representada en las deliciosas fotos de Instagram. Bueno, la tentación de la pornografía gastronómica es real. Los estudios demuestran que ver comida está relacionado con el deseo de comer.

Además, la mayoría de nosotros nos desplazamos por las redes sociales sin parar cuando ya estamos aburridos, cansados ​​o buscando una distracción. ¿Qué más satisface estas necesidades emocionales? ¡Comer! Las imágenes de comida en las redes sociales o la televisión nos atraen cuando estamos predispuestos a buscar alivio emocional.

Cómo controlar: Comience por evitar las redes sociales en momentos de compromiso emocional. Si ve imágenes de comida, permítase apreciarlas como una forma de arte, reconozca que cualquier hambre mental que pueda experimentar al ver una imagen de comida puede ser química (en lugar de fisiológica). Y si decides merendar, está bien, pero come con inteligencia y sin culpa. Reflexiona después: ¿comer esto satisfizo el deseo o no? Guarde estos datos como referencia para futuras tentaciones de "pornografía alimentaria".

el poder de la imagen

Apreciar bellas imágenes de alimentos ocasionalmente es algo natural para los humanos. Pero, la incapacidad de mirar hacia otro lado y buscar esas fotos con demasiada frecuencia podría ser un signo de una obsesión por la comida. Preocuparse por la comida puede ser un signo de desnutrición o de un trastorno alimentario.

 

3. COMES IRREGULARMENTE

Causa: Es natural que la ingesta calórica varíe de un día a otro. El método de obtener una cierta cantidad de calorías o macros todos los días se está reemplazando por objetivos de ingesta semanales y mensuales (especialmente para las mujeres). Sin embargo, los hábitos alimenticios irregulares pueden cambiar la sensibilidad del estómago a los alimentos.

Si comemos varias comidas copiosas seguidas, nuestro estómago puede sintonizarse con una sensación diferente de saciedad. Por otro lado, si solo comemos comidas pequeñas, nuestro estómago puede decirnos que está lleno antes de que hayamos recibido suficientes nutrientes.

Cómo controlar: Procura comer de forma intuitiva antes de iniciar una dieta estricta. Hemos desaprendido a escuchar nuestro cuerpo y comprender las señales de hambre a lo largo de los años, pero podemos volver a aprender con la práctica de la alimentación intuitiva. Generalmente, los que comen intuitivamente no comen demasiado ni demasiado poco.

Si comiste demasiado un día, por ejemplo, no intentes restringir la cantidad de calorías al día siguiente: esto confunde al cuerpo y es contradictorio. Probablemente, el día después de un día en que comemos más, naturalmente tenemos ganas de comer menos. Sin embargo, no intentes comer menos a propósito al día siguiente para "compensar".

Si no tienes mucha idea de la (ir)regularidad de tus alimentos, prueba a hacer un diario (log), también existen apps para registrar las comidas. Anotar las comidas diarias suele ayudar a analizar la rutina diaria, mensual, semanal y crear más conciencia sobre los hábitos alimenticios.

Sin embargo, ¡cuidado! Esta forma de monitoreo no debe usarse para restringir o controlar los comportamientos alimentarios. Presta atención a tu consumo diario de micro y macronutrientes y a los momentos del día en los que meriendas. Esta información es para ayudarlo a elegir qué comer en el futuro.

3 + 1 o 2

Tres comidas principales y tal vez uno o dos refrigerios al día es la mejor manera de mantenerse lleno.

 

4. DUERMES POCO

Causa: la falta de sueño influye en el hambre y la ingesta de alimentos. Dormir muy poco puede reducir la cantidad de leptina, la hormona que te hace sentir lleno. El sueño inadecuado también puede aumentar la cantidad de grelina, la hormona que estimula el apetito.

Además, la falta de sueño se asocia a menudo con el aumento de peso: las personas que duermen poco también tienen dificultades para controlar su ingesta y controlar los impulsos del apetito. Esto afecta especialmente a las personas durante períodos de gran estrés; Dormir poco y tener mucho estrés son predictivos de patrones de atracones de comida.

Aquí hay una calculadora de sueño que puede ayudarlo a comprender sus ciclos de sueño.

 

5. ESTÁS EN LA FASE LÚTEA

Causa: A diferencia de los hombres, los cuerpos de las mujeres operan en un ciclo de aproximadamente 28 días. Según la fase del ciclo en la que se encuentre, la mujer acaba comiendo más o menos.

La fase lútea ocurre aproximadamente una semana antes de la menstruación. Los cuerpos de las mujeres trabajan más en este momento, por lo que tienen una tasa metabólica basal más alta y necesitan más alimentos para obtener energía.

Cómo controlar: ¡conoce tu ciclo y aliméntalo! Obtenga muchos alimentos ricos en nutrientes durante la fase lútea (aquí hay algunas ideas de qué hacer). Satisfacer tu antojo de algo menos nutritivo también te ayuda a evitar volver a la nevera. Si te apetece chocolate, ¡cómelo! El cuerpo sabe lo que es mejor. 

 

6. INTENTAS COMER "SALUDABLE" DE TODOS MODOS

Causa: No   es tan sencillo definir los alimentos como “saludables” o “limpios”. Por supuesto, algunos alimentos están más procesados ​​que otros, pero eso no los hace necesariamente menos saludables. Por ejemplo, los cereales sin procesar pueden contener un antinutriente que inhibe la digestión de algunas vitaminas. ¿Y qué es un alimento “limpio”, de todos modos? Por ejemplo, la mayoría de los alimentos "limpios" pueden contener proteína en polvo, que está altamente procesada, a menudo con productos químicos de laboratorio.

Cómo controlar: los alimentos “limpios” o “saludables” no siempre son la mejor opción. Los analistas de comportamiento clasifican los alimentos comunes según un índice de saciedad, tanto alimentos "limpios" como "no saludables".

La mayoría de las personas también tienen su propio índice de saciedad interno. Por ejemplo, ¿le gustan más las batatas que las papas regulares? ¡Entonces las batatas son probablemente más saciantes para ti! Los estudios muestran que cuando las personas comen los alimentos que realmente los satisfacen, a menudo comen menos.

Cómo controlar: ¡honra tu hambre! Si, a pesar de disfrutarlo mucho, estás evitando el cereal con leche por la mañana porque has oído que no es saludable, puedes terminar comiendo una manzana… y una barra de granola… y zanahorias con hummus… y luego otra manzana.

Si te hubieras comido el tazón de cereales en primer lugar, probablemente habrías consumido menos calorías. Y no sentirías hambre todo el tiempo. Comer lo que quieres no es "ceder a tus deseos". 

 

7. TOMAS MEDICACIÓN

Causa: Ciertos medicamentos, como los antidepresivos, pueden estimular el apetito y el hambre. Siempre consulte a expertos médicos o psiquiatras sobre los efectos secundarios de los medicamentos farmacéuticos y las soluciones de afrontamiento.

Cómo controlar: Coma más proteínas y alimentos nutritivos de baja densidad (como frutas y verduras). Los estudios muestran que cantidades más altas de proteína conducen a un porcentaje más favorable de grasa corporal . Comer frutas y verduras a lo largo del día puede ayudar a satisfacer la necesidad de comer poco natural. Practique ejercicio físico para ayudar al cuerpo a metabolizar el exceso de calorías en músculos funcionales.

Está tomando el medicamento por una razón, por lo que está bien cambiar su dieta para adaptarse a la situación. Concéntrese en el premio (salud general) y ajuste su estilo de vida. ¡Estás en el camino correcto!

 

8. NO COMES SUFICIENTES PROTEÍNAS

Causa: mientras que la mayoría de las personas comen proteínas durante el almuerzo y la cena, rara vez las agregan a sus refrigerios y desayunos. Los estudios muestran que un mayor consumo de proteínas conduce a una mayor saciedad y una reducción en las calorías totales.

Actualmente, los científicos están investigando la teoría del apalancamiento de proteínas, que establece que nuestro cuerpo no activa la leptina hasta que recibe suficiente proteína. Si esta teoría es correcta, la sensación de saciedad sólo aparece con la ingestión de una cantidad suficiente de proteínas.

 

Cómo controlar: Primero, determine la proporción de proteínas / carbohidratos /grasas que es probable que necesite. Las reglas generales para los macronutrientes son: 30 % de proteínas, 30 % de grasas y 40 % de carbohidratos. Trate de obtener de 20 a 30 gramos de proteína por comida y 15 gramos para los refrigerios.

Punto de referencia, Una porción de pechuga de pollo a la parrilla contiene un promedio de 20 a 30 gramos de proteína.

Si tiene mucha hambre, hace mucho ejercicio, trata de desarrollar músculo o tiene bajo peso, puede aumentar su ingesta diaria de proteínas al 40%. Sea creativo con sus comidas, combine proteína vegana y vegetariana con proteína animal para facilitar la adición de proteína a bocadillos y comidas.

 

9. NO COMES SUFICIENTE FIBRA

Causa: La fibra es uno de los elementos más saciantes de los alimentos, además de influir en la salud gastrointestinal y metabólica. Digerir fibra (y proteínas) es más difícil para el cuerpo, lo que significa que quema algunas calorías en el proceso de digestión. Dado que los alimentos ricos en fibra permanecen en el intestino por más tiempo, también se sentirá "lleno" por más tiempo. Investigaciones recientes analizan el papel de las bacterias naturalmente saludables en los cereales integrales (ricos en fibra). Y parece que un bioma intestinal saludable contribuye a un cerebro saludable.

Dado que comer en exceso está relacionado con la inestabilidad emocional, ¡la fibra puede ser una buena herramienta contra el hambre constante!

 

Cómo manejarlo: Reemplace algunos de sus frijoles regulares con más opciones llenas de fibra. Aquí hay algunos excelentes reemplazos:

  • Alforfón, trigo bulgur o quinoa en lugar de arroz blanco
  • Pan de nueces o avena en lugar del pan tradicional
  • Acompañando frijoles en lugar de un bagel
  • Agregue frutas y nueces a la avena regular
  • Espolvorea semillas (sésamo, linaza, chía) por todo
  • Coma las verduras con piel (es decir, pepino, calabacín, etc.)

 

10. ELIMINAS GRUPOS DE ALIMENTOS

Causa: Los estudios han demostrado que las personas que eliminan grupos completos de alimentos (p. ej., no comen pan o no comen productos que contienen gluten) tienen menos probabilidades de mantener patrones de alimentación saludables.

Cuando las personas caracterizan los alimentos como "malos" o "buenos", tienden a perder el control de la decisión alimentaria. Las creencias dicotómicas sobre los alimentos y el comer están relacionadas con la restricción estricta de alimentos, lo que impide la capacidad de una persona para mantener un peso y una ingesta de alimentos estables a largo plazo.

Cómo controlar: Tómese un tiempo para evaluar sus reglas sobre la comida y la alimentación. ¿Crees que debes evitar ciertos alimentos, incluso si tu cuerpo y tu mente los desean? ¿Cómo afecta esto su incapacidad para decir “no” a otros bocadillos o para “detenerse” cuando los come? Si siente que está restringiendo ciertos alimentos o grupos de alimentos, intente integrarlos en su dieta. Es posible que descubra que come menos de todo cuando come lo que su corazón, estómago y mente anhelan.

 

11. COMES EMOCIONALMENTE

Causa: la comida reconfortante no es solo una creencia popular; los seres humanos están programados para anhelar comida sabrosa. Pero no siempre es fácil separar las señales de hambre emocional de las señales de hambre fisiológica, especialmente en momentos de estrés, aburrimiento o fatiga. Puede ser más fácil comerse nuestros problemas que enfrentarlos. Y muchos de estos impulsos emocionales ocurren de manera subconsciente.

Los terapeutas reconocen que los humanos tienen emociones primarias y secundarias. Las emociones primarias son, por ejemplo: ira, miedo, tristeza, asco, sorpresa, anticipación, confianza y alegría. Son lo que sentimos en relación a un evento externo. Las emociones secundarias son sentimientos sobre sentimientos. Las emociones secundarias pueden ayudarnos a lidiar con una emoción primaria al distraernos, tomar medidas o cambiar nuestra perspectiva.

Por ejemplo, puede sentirse triste por la pérdida de un familiar. En lugar de sentarte con este sentimiento, puedes usar la comida o el hambre como una forma de alivio. Prefieres sentir la comida que sentir la emoción inicial, y el acto de comer nos da una sensación de control y acción.

Cómo controlar: observe las señales de hambre para determinar si son señales fisiológicas, sociales o emocionales. Si no tienes sensaciones físicas de hambre, no estás con amigos en la mesa de un bar y masticar chicle no te satisface, tu apetito puede estar relacionado con problemas emocionales. Si es así, confronte el sentimiento antes de ir a la nevera. También puede usar un diario para escribir sus pensamientos. Pregúntate: ¿cómo me siento? ¿De dónde viene este sentimiento? ¿Comer ayudará? ¿Qué más puede ayudar también?

Piense en aprender nuevas formas de lidiar con los sentimientos. Las técnicas de confrontación emocional probablemente conducirán al sentimiento original. Si el sentimiento es miedo, puede acurrucarse en una manta y ver una película más ligera. Si es ira, una sesión intensa de HIIT puede ayudar. Si es alegría, puede llamar a alguien y compartir las buenas noticias. Un paseo ligero con un amigo puede aliviar las penas. Solo tú puedes saber cómo calmarte: puede estar comiendo, o puede estar haciendo otra cosa. ¡Date un poco de espacio para explorar tácticas de sanación emocional!

 

12. COMES INCONSCIENTEMENTE

Causa: los que comen conscientemente están involucrados en el acto de saborear, masticar e ingerir las comidas. Lo contrario a esto es comer inconscientemente: comer despreocupado o rápido. A la mayoría de las personas les toma alrededor de 20 minutos identificar la glucosa en los alimentos. Cuando se reconoce la glucosa, se libera leptina y aparece la sensación de saciedad. Comer mientras mira televisión, camina, conduce o hace otras cosas puede distraerlo de las sensaciones físicas de saciedad.

Cómo controlar: estar presente en tus comidas, es decir, comer sin distracciones. Es cierto que la mayoría de nosotros aprovechamos la hora de la comida para entretenernos y distraernos, como charlar con la pareja o ponernos al día con las noticias del día. Aquí hay algunas formas más de comer con atención, incluso cuando se combina con otras actividades:

  • Baja los cubiertos de vez en cuando para que tu estómago tenga tiempo de digerir.
  • Comentar o reconocer el sabor, el olor y la textura de los alimentos.
  • Silencie los comerciales o haga una pausa entre videos para ver si se siente lleno.
  • Limítese a una cierta cantidad de distracción; por ejemplo, pase solo 10 minutos en las redes sociales, mire solo un video de YouTube o limite la lectura a temas de noticias.

 

13. TIENES MUCHA HAMBRE

Causa: Meses y años de nutrición inadecuada pueden conducir a un diagnóstico clínico de hambre extrema. La mayoría de las veces, ocurre después de una dieta o una dieta deficiente, pero también puede ser causada por desnutrición a largo plazo (como el vegetarianismo mal ejecutado).

Cuando está desnutrido, el cuerpo produce más grelina. A medida que esta necesidad continúa siendo negada o insatisfecha, se libera menos leptina. Eventualmente, el cuerpo experimenta una adaptación metabólica. Para conservar energía, deja de producir grelina y deja de enviar señales de hambre que consumen energía, como un estómago gruñendo.

El cuerpo se adapta y puede funcionar mejor con menos calorías, pero esto se logra a expensas de la vitalidad. Succiona la energía de las células cerebrales y los músculos. El infame estudio de semi-hambre de Minnesota muestra que las personas desnutridas se vuelven obsesivas con la comida, menos coherentes y físicamente incapaces.

Desafortunadamente, la adaptación metabólica tarda en revertirse. Inicialmente, cuando se vuelven a consumir suficientes calorías, el cuerpo las almacena todas como grasa porque cree que está en un estado de inanición. Agarra lo que puede conseguir y atesora.

Cómo manejarlo: si sospecha que puede estar sufriendo de hambre extrema, consulte a un nutricionista profesional para que lo ayude con la recuperación metabólica.

En este caso, es mucho más importante escuchar las sugerencias de alimentos del propio cuerpo. Durante la recuperación, al principio se come con más frecuencia y, poco a poco, el cuerpo encuentra el equilibrio, establece un nuevo peso, deja de almacenar grasa, recupera el envío correcto de señales de hambre y convierte la grasa en músculo.

 

Tener hambre todo el tiempo no es una señal de que tu cuerpo esté enfermo o confundido. Es una señal de que tu mente o tu cuerpo están insatisfechos y piden más.

Puede ser que no esté recibiendo suficientes alimentos o nutrientes. También podría ser que no esté durmiendo lo suficiente, descansando o dejándose llevar emocionalmente. Si ignora el impulso del hambre, está ignorando una demanda de atención, que solo se volverá más intensa e insistente hasta que sea satisfecha. Y si nunca estás satisfecho, el cuerpo comienza a reorganizar el hambre, las hormonas y el metabolismo, apagándose.

Tener hambre y picotear constantemente no es lo mismo que comer en exceso. No tenga miedo de "exagerarse" si tiene hambre después de comer y quiere volver a comer. Tal vez realmente solo necesites comer, o tal vez solo reflexionar sobre algunos sentimientos. Los pensamientos rígidos a menudo conducen a conductas alimentarias más compulsivas.

Intente cambiar su dieta para obtener más nutrientes a lo largo del día, a través de comidas y refrigerios. Elija alimentos balanceados con proteína, fibra y grasa. Cuida tu salud mental del mismo modo que cuidas tu dieta. Ten curiosidad, la capacidad de perdonar y observar tus impulsos. ¡Escucha a tu cuerpo, no a la cultura de las dietas adelgazantes!

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